lunes, 24 de abril de 2017

HOLA HERMANIT@!

Con la llegada de un hermano, los celos son un sentimiento normal y hasta positivo en los niños siempre que los vivan dentro de unos límites razonables. Indican que el pequeño ha desarrollado con sus padres el sentimiento de “apego”, fundamental para que pueda amar y ser amado en el futuro, y que ha establecido un fuerte vínculo familiar. Por eso lo defiende cuando lo cree amenazado.
Y es que las cosas cambian mucho para él cuando llega el bebé. Si hasta ese momento era el centro de todas las miradas, ahora las visitas fijan su atención en el recién llegado. Y sus padres tienen menos tiempo para atenderle. Por todo ello, para evitar que lo pase fatal, hay que ayudarle a entender su nueva situación. Salvo casos contados, el niño resuelve bien sus celos una vez que comprueba que el cariño de sus padres no se esfuma por compartirlo.
EL PROCESO DE ADAPTACIÓN
Hay muchas medidas que puedes adoptar para facilitar a tu hijo la tarea de aceptar a su hermano. Por ejemplo:
·         Permitirle que mire y acaricie al pequeño con cuidado tanto como quiera.
·         Dejar para más tarde el traslado a su cuarto, para que no se le junten demasiadas novedades al mismo tiempo.
·         Pedir a vuestros familiares y amigos que cuando vayan a veros, reparen en el hijo mayor, no sólo en el bebé.
A partir de ahí debes asumir que tu primogénito va a atravesar un proceso de adaptación, que no debes intentar suavizarle. Por ejemplo, no le da seguridad que le compres muchos regalos para compensarle por la llegada del hermanito. Al contrario, puede llegar a desconfiar de ti, por haberte vuelto tan generosa. Es más pedagógico que te comportes de este otro modo:
·         Todos los días dedícale un ratito en exclusiva (para hablar, ver fotos...).
·         Anímale a expresar los sentimientos que le originan la presencia del bebé. Cuando te diga cosas como “¿cuándo lo devolvemos?”, respóndele con cariño que el bebé forma parte de la familia y que no se irá nunca, y que entiendes que, de momento, se sienta así por ello. Insístele en que el bebé crecerá enseguida y podrá jugar con él.
·         Encauza positivamente sus llamadas de atención. Si te pide de nuevo el biberón o el chupete, dáselo. Las regresiones a etapas anteriores son la forma que tiene el niño de decir que desea ser como el bebé. Si los padres actúan con naturalidad ante ellas, el pequeño enseguida comprueba que “eso” ya no le satisface y deja de comportarse como cuando era más pequeño.
·         Corrige con dulzura sus “excesos” de amor con el bebé. Si de tanto abrazarle le hace llorar, no le riñas; pídele que te ayude a consolarle. Así le das la posibilidad de redimirse y de sentir que puede querer a su hermanito. Si le pillas “in fraganti”, adviértele con voz firme que desapruebas su conducta y que no debe repetirla jamás.
ANTE TODO, CARIÑO Y PACIENCIA
Aunque a tu hijo mayor le cueste aceptar a su hermano, no le ayuda que le mimes y le protejas en exceso, ni que muestres una fingida actitud de desapego hacia el bebé.
Si eres cariñosa con los dos y concedes a tu primogénito algún privilegio por ser el mayor, podrás reprenderle siempre que tengas que hacerlo, sin que se sienta mal por ello. Tu actitud serena y tus muestras de afecto hacia los dos reyes de la casa acelerarán su proceso de adaptación.
SIGUE SIENDO MUY PEQUEÑO
Que el hijo mayor participe en los cuidados del bebé es un acierto: le hace sentirse útil y le facilita mucho la aceptación del recién llegado.
Sin embargo, hay que evitar que considere su “ayuda” como una obligación, porque esto le agobiaría y le impediría sentirse plenamente feliz consigo mismo y con su hermanito.
Y es que, cuando nace el segundo hijo, los padres no deben olvidarse de que su primogénito sigue siendo muy pequeño.

 FUENTE: WWW.CRECERFELIZ.ES

miércoles, 19 de abril de 2017

INSOMNIO EN MADRES RECIENTES

Con la llegada del recién nacido, la mamá sufre cambios en el ciclo del sueño. Este cambio es uno de los peores llevados por muchas madres en el posparto, ya que la falta de sueño provoca las siguientes consecuencias diurnas:

-Somnolencia

-Cansancio

-Ansiedad

-Irritabilidad

-Mal humor

-Perdida de concentración y memoria 

Estos cambios del ciclo del sueño pueden provocarnos a largo plazo insomnio transitorio o crónico; es decir, puede desencadenarnos una dificultad para iniciar o mantener el sueño, dificultad para conciliar el sueño, despertarse frecuente durante la noche o despertarse muy temprano por la mañana.

No solamente los cambios de horarios y del ciclo del sueño nos provoca insomnio sino también las hormonas. Durante el posparto disminuyen los niveles de progesterona, la hormona que produce una excitación del estado de vigilia y predispone a padecer insomnio. También se altera el ritmo circadiano y se padecen episodios de somnolencia repartidos en las 24 horas del día.

Trucos y estrategias para combatir la falta de sueño (dentro de lo posible):
1.- Adoptar el horario del bebé para dormir y dejar las tareas para otro momento.
2. Contar con la ayuda de algún familiar o amigo. Así la madre podrá descansar con menos interrupciones.
3.- Dormir siempre en la cama o donde nadie nos pueda molestar ni sufrir interrupciones.
4.- Hacer ejercicio, pero mínimo 3-4 horas antes de acostarnos.
5.- Vigilar la dieta y evitar: bebidas estimulantes, tabaco, alcohol, etc.
6.- No estar pendiente del reloj, puede generarnos más ansiedad.
Por último y esta la recomiendo no sólo a las madres:

8. Evitar las preocupaciones a la hora de dormir. Durante el día podemos establecer un tiempo para preocuparnos. Si por la noche surgiera la necesidad de preocuparse, dejarlo para el día siguiente a la hora establecida.


martes, 11 de abril de 2017

TIPOS DE LLANTO DEL BEBÉ

El llanto de un bebé siempre expresa una necesidad no satisfecha: un malestar físico o emocional. Hay que tener claro que los bebés nunca lloran por capricho o para manipular a un adulto, por tanto, debemos satisfacer esa necesidad consolándolo y nunca dejándolo llorar.
Reconocer esa necesidad es fundamental para poder atenderla bien y lo antes posible.
Aunque no existen reglas generales y cada bebé es un caso diferente, el llanto es el medio de comunicación con el que expresa su emoción y demanda lo primordial e importante; y podemos lograr entender ese llanto pudiendo ser un gran reto y servirnos para aumentar nuestro apego bebé-mamá. También nos puede ayudar a atender mejor al recién nacido y, por tanto, a afrontar esos primeros meses con más tranquilidad.

Conforme pasen los días, nos resultará más fácil reconocer el llanto de nuestro bebé, pero si queremos tener una idea para anticiparnos, aquí os clasifico los tipos de llanto:

Llanto básico: sigue un patrón rítmico, consiste en un grito, seguido de un breve silencio y un silbido aspirando y vuelta a empezar.
Llanto de enfado: casi igual que el básico, aunque más agudo, forzando las cuerdas vocales.
Llanto de hambre: es el más grave y agudo alternando un ritmo lento y rápido. Se puede comprobar mostrándole el alimento, automáticamente se transformará en un gruñido de satisfacción.
Llanto de sueño o cansancio: es suave, rítmico y bastante repetitivo.
Llanto de aburrimiento: éste tendrá subidas de tono enrabietadas.
Llanto de malestar o dolor: consiste en grito repentino, acompañado de un período de respiración más largo.

Obviamente, nuestro bebé lo más seguro es que se calme brevemente al cogerlo en los brazos, pero lo que realmente le hará sentirse bien es satisfacer su necesidad lo antes posible.

MAMI ES PSICÓLOGA
Psicóloga y Blogger



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jueves, 6 de abril de 2017

SEÑALES INCONSCIENTES DE EMBARAZO

10 PRIMERAS SEÑALES INCONSCIENTES DE EMBARAZO
     A veces es demasiado pronto para hacerte el famoso test de embarazo, pero las dudas se apoderan de ti y empiezas a buscar el menor indicio de que puedas estar en estado de buena esperanza.
      Aquí te ofrezco algunas de las primeras señales que he recopilado y que pueden indicártelo, algunas incluso no eres consciente de ello hasta que te sorprende la noticia de que ha salido el test positivo y recapacitas: “¡Ah por eso ese día me quede dormida hasta las 8 de la tarde!”, “Por eso esos días no tenía ganas de ir de mandados” o “por eso el yogur que como habitualmente, esa noche no me apetecía”, etc.

1.    Apatía (desgana)
2.    Cambios de humor
3.    Frecuentes ganas de miccionar (parecido a una infección de orina)
4.    Rechazo de algunos olores
5.    Cambios en el ciclo del sueño (por ejemplo, despertares nocturnos o somnolencia)
6.    Rechazo repentino de algunos alimentos
7.    Pinchazos en los ovarios
8.    Búsqueda de comodidad (por ejemplo, en la ropa) y tranquilidad
9.    Dolores o hinchazón del pecho
10.  Cansancio



MAMI ES PSICÓLOGA
Psicóloga y Blogger
 
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lunes, 3 de abril de 2017

PRIMERA SEMANA DE LACTANCIA MATERNA: RETOS A SUPERAR


Mi doble experiencia me dice que la primera semana de amamantamiento del bebé es con diferencia la más complicada. Tras el parto, al minuto siguiente de dar a luz y comprobar que todo está bien, nos enfrentamos al primer reto a superar de la lactancia materna:

1.       Que el bebé agarre bien el pezón y comience a succionar. Esto requiere un tiempo porque, aunque el bebé nazca con el reflejo de succión, empieza poco a poco a “chupar” y más adelante succionará correctamente. A algunas madres le pueden surgir problemas en este aspecto, para ellos existen ciertas ayudas muy útiles como por ejemplo pezoneras.
Una vez superado este paso, debemos amamantar el mayor tiempo posible sin tener en cuenta el tiempo que el bebé está lactando, el tiempo necesario lo demandará el propio bebé.
Pero de repente aparecen las dudas e incertidumbres: ¿y si no tengo leche? ¿y si mi bebé está pasando hambre? Las cuales nos pueden generar cierto nivel de estrés si a ello sumamos que el bebé llora a menudo. Aquí aparece nuestro segundo reto:

2.       Necesitamos paciencia durante el tiempo que sólo tenemos calostro para ofrecer. Durante este tiempo que son aproximadamente 2 o 3 días, el bebé se alimenta sólo de este líquido amarillento y no necesita nada más; así que, intenta no agobiarte pensando en que no te va a subir la leche, ya que, este agobio a lo único que puede contribuir es a bajar su producción.
Ahora que nos encontramos en un ambiente tranquilo con nuestro bebé succionando, ¡lo hemos conseguido! Acaban de aparecer las primeras gotas blancas de leche. Continuamos superando retos.
El siguiente, me gustaría aclarar que no todas las madres lo notan, de hecho, yo solamente lo noté tras mi segundo parto y son:

3.       Las contracciones uterinas durante la lactancia. La succión del bebé causa en nuestro cuerpo la liberación oxitocina; esta hormona contribuye a que el útero se contraiga y vaya disminuyendo su volumen. Esto puede resultar muy doloroso, pero por suerte desaparece al terminar la toma.
Por último, y no por eso menos importante, pueden aparecer varias molestias bastante dolorosas en el pecho de la madre:

4.       Conductos obstruidos y grietas en el pezón. Cuando nos hemos iniciado estupendamente con la lactancia materna puedes encontrarte con estas dificultades. La primera es provocada por una alta producción de leche. Podemos aliviarlo dando algunos masajes y usando sujetadores cómodos. Para la segunda, os recomiendo que junto con la canastilla preparéis una pomada reparadora del pezón. Está os ayudará a prevenir estas grietas provocadas por malas posturas durante la lactancia.
No te alarmes, sólo son algunos obstáculos a los que nos podemos enfrentar que si lo sabemos con antelación ya no aparecen por sorpresa y, por tanto, lo sobrellevaremos mejor. Además, aproximadamente a partir de la semana comienzan a desaparecer y podrás disfrutar plenamente de la lactancia materna como siempre habías imaginado: sencilla y placentera.



 MAMI ES PSICÓLOGA
Psicóloga y Blogger
 

SÍNTOMAS DEPRESIÓN POSPARTO

Cualquier mujer, que acabe de dar a luz, puede padecer una  d epresión posparto   sin causa aparente. El brusco descenso de las hormonas qu...